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VIII Encuentro Universitario de Cooperación para el Desarrollo

¿Debemos incluir la educación para el desarrollo en la formación académica universitaria? ¿Encontramos alguna barrera a la hora de incluir temática de EpD? ¿Es posible adaptar cualquier contenido a la temática de EpD?DSC_0250

Todas estas preguntas pudo hacerse Barbiana, junto con profesorado universitario, durante el VIII Encuentro de Cooperación Universitaria al Desarrollo al que nos invitaron a participar el pasado 09 de febrero. A los allí presentes nos pareció evidente que la Universidad debe a incluir contenido de EpD en sus asignaturas y titulaciones, si no hablamos de derechos humanos, deterioro medioambiental o desigualdad social en la Universidad ¿qué papel juega la universidad entonces? Otra cuestión bien distinta será cómo poder hacerlo.

Para Barbiana está claro que no basta solo con incluir contenido en EpD, sino que también es urgente cambiar el modelo educativo de la propia universidad. Lo que parece cada vez más evidente en primaria y secundaria, que el alumnado se motiva en su propio aprendizaje participando e interrogándose en grupo, es una premisa que a la universidad aun le cuesta asumir. Por ello creemos importante mostrar otras metodologías educativas que motiven al alumnado, y así nos lo hacen saber las distintas encuestas hechas al alumnado tras recibir nuestros talleres. Evidentemente cambiar la metodología implica cambiar muchas otras cuestiones del ámbito universitario, que van desde la propia estructura de las facultades hasta las clases magistrales con decenas de alumnos y alumnas cargados de pasividad.

Tampoco podemos pasar por alto las dificultades que, incluso el profesorado más motivado en educar en EpD, puede encontrarse en su día a día. Desde compañeros y compañeras que pueden mirar con recelo su práctica educativa, hasta un sistema educativo que te encorseta en contenido académico y sistemas de evaluación estandarizados. Es aquí la importancia que toma el profesorado interesado en EpD, por un lado de dejarse llevar por la imaginación y la creatividad para adaptar su contenido académico a la EpD, y por otra parte poder hacer una práctica educativa posicionada. Por posicionada entendemos que se sitúa del lado de los desfavorecidos y que es capaz de poner voz a los sin voz, denunciando las injusticias del mundo, sus causas y sus consecuencias.

Sabemos que no es empresa fácil , pero este tipo de iniciativas nos hacen caminar hacia dónde queremos caminar, hacia una formación del alumnado universitario que se haga sensible a las injusticias del mundo, que reflexione sobre su papel en la creación de los problemas locales y globales, pero sobre todo, que se haga consciente del papel que tiene como agente transformador de esa realidad, desde su papel de ciudadano de a pie, cómo de su papel como futuro profesional, desde el ámbito que sea necesario actuar para transformar la realidad.