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Niños y Adolescentes Trabajadores/as del Perú, pasaron por Córdoba y nos contaron su experiencia

El pasado 3 de diciembre Anthony (15 años), Miguel (16 años) y Lorena (13 años), acompañados de un educador, estuvieron en Córdoba participando de varias actividades organizadas por Save The Children y a las que tuvimos la suerte de acompañar desde Barbiana.

Comenzaron su día en el IES Averroes, donde la Plataforma de Solidaridad… preparó una escenificación sobre la explotación laboral de la infancia en fábricas de productos deportivos. Podemos decir que fue un éxito tanto en su preparación como en su puesta en escena. Continuaron en la Facultad de Ciencias de la Educación donde expresaron su experiencia de niñ@s trabajadores/as a más de 100 personas, entre profesores y estudiantes de la facultad, futuros educadores/as. Ante la frialdad de un Salón de Actos casi lleno, comenzamos la actividad cantando una canción de bienvenida y amistad, que sirvió de acogida y nos ayudó a entrar en calor, para disponernos a escuchar no solo la experiencia de organización juvenil, sino también el enfoque pedagógico que hay detrás del MNNATSOP (Movimiento Nacional de Niños y Adolescentres Trabajadores del Perú):

La libertad. Es lo más grande que tiene el ser humano.

  1. La afectividad (amorosidad).
  2. La autoridad. No una autoridad impuesta, sino la que se va construyendo entre el niño y el educador.
  3. La educabilidad.
  4. La respetabilidad.
  5. La esperanza. De construir una sociedad más viva y humana.

Ya por la tarde tuvimos la oportunidad de compartir un rato entre una treintena de chicos y chicas de las  Plataformas de Solidaridad de diferentes institutos y nuestros amigos NATs.

En esta ocasión Anthony nos contó que en su país el trabajo forma parte de su cultura. Piensa que a través del trabajo se desarrollan habilidades que no aprende en la escuela y que, puede llegar ser hasta divertido, siempre y cuando no se trate de “un trabajo esclavo o alienado, como es el caso de los niños y niñas que trabajan en las minas de mi país”, aseguraba Anthony.

Miguel vive en los Andes, la escuela más cercana está a unas 2 horas caminando. El movimiento acerca a estos pueblos talleres que les enseña cosas muy útiles para su forma de vida. “En estos talleres nos enseñan a hacer cosas que luego vendemos en la calle”.

Por último, Lorena, nos contó lo que había significado entrar en el movimiento: “aprender muchas cosas, pero sobre todo a madurar en cuanto a responsabilidad, a hacer bien mi trabajo y a estar al día con las tareas del colegio. El movimiento te enseña cosas que luego tú debes poner al servicio de los demás niños y niñas”.